Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
Escrito por Sabrina Nino de Campos, voluntaria del Ministerio Hermana Rosa de Hierro
Mi abuela era una gran costurera, cuando yo era niña la miraba por horas y horas mientras trabajaba en frente a la televisión. Cuando ella falleció mi mamá llevó como recuerdo algunas cosas en las cuales había trabajado. Uno de esos recuerdos, y mi preferido, era una colcha hecha con muchos y muchos pedazos de retazos unidos. Donde vivíamos no hacía frío suficiente para que me durmiera con algo así, pero me gustaba de todas maneras. Además de ser muy llena de colores con sus diferentes pedazitos, me traía sensaciones de paz y memorias de mi abuela.
Mirando a la Biblia podemos ver como a Dios le encanta traer personas tan distintas y especiales para compartir de Su plan, para ser parte de la gran historia que Él preparaba para nosotras. Hombres, mujeres, y hasta los animales y la naturaleza.
Y aún después que Él ha cumplido su plan de amor por medio del sacrificio de Jesús, Dios sigue juntando a diferentes personas para la gloria de Su reino.
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente. (1 Juan 4:10-12)
Si miramos a nuestro alrededor, a nuestros hermanos y hermanas, vemos qué tan diferentes somos, cada uno un retazo especial hecho por Dios. Él, en Su gran plan, en Su gran amor, no sólo nos entregó a Cristo por el perdón de nuestros pecados, pero también nos regaló a los compañeros y compañeras que tenemos en la fe. Somos una gran colcha de retazos. Cada uno unido formando parte de la gran familia que Dios nos regaló.
Cumpliendo nuestro propósito individual, cumplimos también un propósito como un todo. Juan dice que si nos amamos los unos a los otros, no solamente Dios permanece en nosotros, pero entre nosotros Su amor es manifestado en manera plena, completa. Dios tenía un propósito con la iglesia, la hermandad que nos regala es un pedazo de Su amor pleno y completo para nosotros. No solamente agradecemos a Él por amarnos, pero también por regalarnos un recordatorio constante de Su amor para nosotros. Como una colcha de retazos, donde podemos cubrirnos y estar protegidos, sentirnos amados y cuidados, porque sabemos que el amor de cada diferente retazo viene de la misma Fuente, que es nuestro Salvador y amado Señor.
- Detalles
Una noche, en un estudio bíblico, compartí una lección con las hermanas hispanas en una congregación de Houston, Texas. La clase fue sobre las mentiras y la verdad, e incluí porciones en este libro, ¿Quién tiene la última palabra?, por cierto.
La clase fue bien recibida y al final, les invité a juntarse en pareja con la que estuvo al lado para compartir una mentira de Satanás con la que lucha personalmente. Además, tuvieron que buscar un versículo en la Biblia, una verdad que cortó esa mentira, tal como se encuentra en el Cuadro de Mentira/Verdad. Fue bello verlas hablar y hojear sus Biblias.
Cuando ya estaban por terminar, dos mujeres me llamaron para acercarme y escucharles. Les urgía compartir conmigo que las dos luchaban con la misma mentira: que no tienen suficiente tiempo para leer sus Biblias. Pudieron animarse mutuamente en la verdad y la promesa de las Escrituras. Intercambiaron los números de teléfono para poder animarse durante la semana. Antes de que me fuera, me leyeron el versículo que les dio tanta esperanza y gozo, la verdad que cortó la mentira de Satanás y dio a Dios la última palabra en sus vidas:
Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. (Jos. 1:7-8)
Dios dio a Josué un gran recordatorio por tercera vez en el primer capítulo de Josué, “Sé fuerte y valiente.” Que Dios nos siga bendiciendo con estos recordatorios alentadores, tal como hizo para las dos mujeres esa noche. Y que siga usando al Ministerio Hermana Rosa de Hierro para equipar e inspirar a mujeres en sus relaciones con Dios y con otras mujeres.
Mi pregunta para ti hoy es: ¿Crees que esas mujeres hubieran sido tan impactadas por ese versículo y conmovida por la verdad de ella contra esa mentira si no fuera en el contexto de un grupo pequeño?
Miramos la verdad y las mentiras por el libro ¿Quién tiene la última palabra? Pero el mayor valor de ese estudio viene al estudiarlo en el contexto de los grupos pequeños.
Este mes, como enfoque de la relación entre Hermanas Rosa de Hierro, les animamos a buscar o iniciar un grupo pequeño de ellas para realizar éste u otro estudio.