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Semana 2: Escuchando al Creador
El Creador descansó
Semana 2, Día 7
Ayer, reflexionamos en el silencio. Hoy, vamos a contemplar el descanso.
Génesis 2:2-3 (NVI)
2 Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. 3 Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora.
Siguiendo el ejemplo del Creador, y el mandamiento en Éxodo 20:8-11, se nos manda a descansar como una celebración de una obra bien hecha.
Sin embargo, Deuteronomio presenta otra faceta del descanso que se conecta con nuestro enfoque en el escuchar. Y aunque no vemos el mandato específico sobre el día de reposo en el Nuevo Testamento, ni una instrucción directa de guardar el séptimo día, el espíritu y los propósitos del día de reposo siguen. Es ese concepto que vamos a explorar hoy. Los judíos, maestros de la ley, habían perdido el sentido y el espíritu del día de reposo, mandado por Dios. Pero creo que podemos revivirlo un poco hoy.
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Semana 2: Escuchando al Creador
La voz suave del murmullo susurrado
Semana 2, Día 6
Escuchamos a lo que queremos escuchar. Pero ¿qué pasa cuando el mensaje se presenta de una forma distinta a la que esperábamos? Eso le pasó a Elías cuando se escondió en una cueva. Estuvo deprimido y desanimado porque Jezabel le estaba persiguiendo. Corrió por su vida. Y ese momento de esconderse en la cueva pasó justo después de que había sido testigo de una gran demostración del poder de Dios contra los profetas de Baal en el Monte Carmelo (1 Reyes 18:20-40).
Lee 1 Reyes 19:9-18.
Un suave murmullo; un sonido; un silencio finito; una voz susurrada.
A los traductores de la Biblia, les cuesta interpretar la voz y la presencia de Dios ese día. Cómo fuera que le haya venido, de la manera que Elías nos la pudiera describir, él sabía con certeza que Dios le estaba hablando. Y después de todo lo que había ocurrido en los días anteriores y la corredera que echó para llegar a la cueva, por fin estaba listo para escuchar. En vez de enfocarnos en lo que Dios le dijo a Elías ese día, vamos a seguir su ejemplo y escuchar al Creador en el silencio. Pasa al menos cinco minutos en silencio completo. Pon un temporizador, quizás en el teléfono para que no estés enfocada en cuánto tiempo te falta. Tus pensamientos, tu familia, y otras distracciones hacen difícil este ejercicio. Pero cada vez que el “ruido” amenaza con interrumpir, repite: “Estoy escuchando al suave murmullo susurrado.” No les voy a compartir más de mis ideas. No les doy más instrucciones para la práctica de hoy. Yo, también, estoy escuchando al suave murmullo susurrado.
Notas, dibujos, o pensamientos surgidos al escuchar la voz suave del murmullo susurrado:
¡Nos encantaría escuchar de ti! Por favor, comparte con nosotras de lo que estás escuchando y cómo estás creciendo en la devoción al escuchar.
Esta entrada del blog viene del libro Llamada a escuchar: Cuarenta días de devoción. Para pedir una copia del libro, favor de visitar a nuestra página web e invita a una amiga a participar en el estudio contigo. El libro incluye guías adicionales y preguntas a ser revisadas en el contexto de un grupo pequeño semanalmente.