Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
El Gran YO SOY es el mismo ayer, hoy y siempre. Los regalos que da también son eternos, fieles y verdaderos. Hoy, alrededor del mundo, muchos celebran el regalo de Su Hijo, nacido como bebé, envuelto en pañales, acostado en un pesebre (Lc. 2), un regalo que sigue dando.
Las circunstancias humildes de Su nacimiento demuestran la extravagancia del regalo.
El Rey de Reyes nunca puso corona excepto una corona de espinas (Mc. 15:17).
El Señor de Señores se hizo siervo y se sometió a la voluntad de Su Padre (Jn. 13; Mt. 26:39).
El Señor de los ejércitos fue anunciado por un coro de ángeles, pero pidió que se quedaran quietos cuando decidió hacerse el sacrificio perfecto (Lc. 2:13-14; Mt. 26:53).
Emanuel, Dios con nosotros, no consideró el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Mt. 1:22-23; Fil. 2:5-11).
La humildad y la vulnerabilidad del amor de Dios son las mismas cualidades hoy, ayer, y para siempre. Su amor nunca se acaba, nunca falla y nunca se rinde.
El Amor que envió a Jesús a la tierra, el Amor que sacrificó a Su único Hijo, el Amor que perdona a los imperdonables, el Amor cuyas misericordias son nuevas cada mañana… es un Amor que da generosa, incondicional, innegable y extraordinariamente.
Toma un momento hoy para dar gracias a Dios por Sus regalos eternos, el más precioso de todos es el que es, que era, y que siempre será: Su Hijo.
#HermanaRosadeHierro #YOyaSOY #elGranYOSOY #regalo #amor #Emanuel
- Detalles
Cuando el Hijo del Hombre vino a la tierra, el Príncipe de Paz se humilló y se sometió a todos los retos y las frustraciones emocionales de los seres humanos. Y en medio de las aflicciones y los problemas, nos ofrece una paz que sobrepasa todo entendimiento, una paz que sólo se encuentra en Él.
“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33)
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.” (Fil. 4:7-9)
Toma un momento hoy para dar gracias a Dios por Su regalo perfecto de paz. ¡Y no se te olvide que los mejores regalos son los que compartimos!