Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
Escrito por Debora Rodrigo de Racancoj
El amor. La emoción de la que más se habla en la sociedad. Sobre la que escriben los escritores, cantan los grupos musicales, interpretan los actores… Es fácil encender la radio o la televisión y escuchar cosas como: “Todo lo que necesitas es amor,” “Se fue el amor,” o “Cómo quisiera no amarte.” Pero… ¿qué sabe la sociedad actual del amor?
Según me ha dicho tantas y tantas veces la sociedad, parece ser que el amor llega a nuestras vidas de forma inesperada. De repente, sin poder evitarlo, se instala en nuestro corazón y actúa por nosotros. Nos hace sentir impulsos incontrolables, provoca signos fisiológicos, mariposas en el estómago. Y de repente, se va, también sin avisarnos. Se acabó el amor.
- Detalles
Escrito por Mackenzie Lancaster
Romanos 8:35-39
37 Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
“Más que vencedores”
Esa frase me confunde un poquito. Es algo que hemos oído muchas veces, pero ¿realmente sabemos lo que significa? Primero, esos versículos son la conclusión del capítulo ocho de la carta a los Romanos, donde Pablo acaba de terminar de hacer una lista de las dificultades en la vida: la tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro, la espada... Y luego llega a ese versículo: en TODAS estas cosas somos más que vencedores. Eso significa que no somos simplemente victorioso, pero somos abrumadoramente victoriosos.
Yo traté de pensar en una vez en que me sentía abrumadoramente victoriosa… Hace dos años cuando los Reales de la ciudad de Kansas ganaron la Serie Mundial de béisbol. Hasta me sentía abrumadoramente victoriosa por muchas semanas después. Pero en Cristo, hemos ganado la batalla más grande que no se compara con la Serie Mundial. La batalla que ha sido ganada es porque Dios nos amaba TANTO que Él la ganó por nosotros. Así que, por causa del amor inmenso de Dios, somos victoriosos y somos MAS de vencedores.