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Nota: Lamento que las que no viven en los EE.UU. no van a poder asistir a este evento, pero para quienes viven más cerca o pueden llegar, les quiero pasar esta información.

El retiro al destino se llamó así porque una de sus metas principales es dar la oportunidad a las mujeres a salir de la casa por un fin de semana y compartir en un banquete espiritual con otras hermanas en Cristo – y todo en el bonito estado de Colorado.
Otra meta es para que mujeres a lo largo de los Estados Unidos pueden llegar a entender que no son las únicas que enfrentan las batallas que se presentan. Tampoco son las únicas que anhelan dejar sus vidas en las manos del Jardinero Divino.
¿Quién? ¡Tú! Y otras mujeres alrededor de los EE.UU.
¿Qué? Un fin de semana de oración, adoración, clases, grupos pequeños, tiempo libre, manualidades, y más… todo enfocado en el tema, “En las manos del jardinero divino.”
¿Cuándo? Del viernes, 2 de octubre, al domingo, 4 de octubre, después del servicio. Hay un día opcional el jueves 1 de octubre también. Horario completo.
¿Dónde? En el centro de retiros Ponderosa, un poco al norte de Colorado Springs, Colorado (entre Monument y Larkspur)
¿Por qué? Porque siempre es una bendición pasar tiempo con otras hermanas en Cristo en la Palabra, aprendiendo y compartiendo juntas.
¿Cómo? Inscríbete a través de nuestra página web o llama al 303-482-1966. Paga tu depósito o el monto total. Déjanos saber cómo podemos atenderte, especialmente con el transporte si llegas por avión.
¡Disfrutaremos un excelente fin de semana juntas!
Todavía queda tiempo para inscribirte y reservar tu puesto. Invita a una amiga para unirse en el jardín enriquecedor que va a dar alimento a tu alma, agua viva a tu espíritu, y ánimo a tu corazón. Así podrás crecer y florecer más en donde Dios te tiene plantada.
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“Kektmal” significa gozo y fue la palabra que primero aprendí del lenguaje quiche para poder enfatizar con las hermanas indígenas de Guatemala sobre el tema principal de Filipenses. Les dio mucho “kektmal” escucharme decir una palabra en su propio idioma. La cultura quiché y el idioma de quiché me fascinaron y aprecié la ayuda de María para traducir el mensaje de Filipenses a las cuarenta y seis hermanas presentes.
Explicamos todo con muchos detalles y de la forma más sencilla posible para quienes quizás habían llegado al tercer grado. Hablamos del gozo en el sufrimiento, gozo a través del servicio a otros y la actitud de humildad, gozo en las angustias, la depresión y el desánimo, y finalmente gozo, contentamiento, y agradecimiento en cualquier circunstancia.
Enseñé ocho clases en dos días porque tuvimos que suspender el tercer día por el funeral de un hermano anciano de la congregación anfitriona. Por lo tanto, combiné las tres clases del último día con las del segundo día (ocho en vez de once).
Después de cada clase, las hermanas devoraron el tiempo en los grupos pequeños. Colaboraron, se animaron, se gozaron, y aprendieron la una de la otra por las ideas compartidas. Fue un concepto nuevo para ellas, pero apreciaron que pudieran ya poner todo lo que aprendieron durante las clases en práctica y llevarlo a lo personal.
Su tarea al final fue de escribir una carta ellas mismas usando el patrón de la carta de Pablo a los Filipenses. “Ponte en el lugar de Pablo y aprovecha los temas que él presenta en su carta para escribir su propia carta a tu familia o a las mujeres de tu congregación local. Sean creativas con su carta. Puede ser escrito, dibujado, una canción…”
Las mujeres gozosamente cumplieron con la tarea y de esa forma no se quedó la enseñanza con ella misma ni en su grupo pequeño sino que se llevó a otras también.
Dado que no pudimos realizar el tercer día del seminario, pasé el último día en una clínica de Talentos de Salud Internacional orando por los pacientes y sus familias después de su consulta. Fue un honor llevarles al Gran Médico en oración.
¡Gracias por sus oraciones por mi viaje!
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