Nos encanta construir relaciones. Suscríbete a nuestro blog para recibir ánimo semanal en tu bandeja de entrada de correo electrónico.
Etiquetas
Búsqueda
Compras en línea
Nuestros libros, recursos gratis, tarjetas, botellas de agua, y más
Blog
Más entradas del blog abajo
- Detalles
“3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 4 quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.” 2 Corintios 1:3-4
Me pasa cada vez cuando estamos en el carro y vemos a alguien con un aviso en la calle pidiendo ayuda. “Mamá, ¿por qué se para allí pidiendo ayuda? ¿Podemos darles algo? ¿Cómo pueden conseguir un trabajo o un poco de dinero?” Mis dos hijos son muy compasivos. No pueden ver a otros sufriendo y quieren buscar soluciones para ayudar a todos. Si mi hija ve a alguien que está molesta o estresada, su reacción inmediata es de darles un abrazo. ¿De dónde viene ese instinto? Parece ser algo más natural para los niños, pero los corazones de los adultos se ponen más duros o cínicos después de años de lucha y desánimo. En un mundo que parece calloso y egoísta, ¿cómo respondemos de una manera que demuestra amor?
Una de las cosas más difíciles que enfrentamos en la vida es cómo manejar el duelo y el estrés. Cuando las cosas se ponen duras, instintivamente buscamos algo para aliviar el dolor o bajar el peso de la carga. Queremos lo que sea que nos hace sentir mejores, y Satanás está totalmente dispuesto proveer sustitutos baratos que son un engaño. Pedro nos dice que “Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” (1 Ped. 5:8). Somos los más vulnerables cuando estamos adoloridos. Entonces, ¿en cuál característica del YO SOY podemos enfocarnos para tocar los corazones de quienes están buscando consolación?
Se menciona la compasión del YO SOY varias veces en la Biblia. Salmo 103 nos dice que Él es “clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor…Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.” En Mateo 9:36, vemos que Jesús, “Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.” Vemos ejemplos adicionales en los capítulos 14, 15 y 20. El YO SOY bajó y habitó entre nosotros, totalmente humano, soportando las luchas físicas, mentales y emocionales que vienen con nuestras limitaciones terrenales. Su disposición para sufrir demuestra cuán profundo era Su amor para con nosotros.
Entonces, ¿cómo extendemos ese amor y compasión a los que están a nuestro alrededor? En su carta a los Colosenses, Pablo instruye a la iglesia “revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia.” Cuando buscamos el YO SOY en los tiempos difíciles, Él nos consuela y nos llena de paz de una manera que sobrepasa nuestro entendimiento. No nos fuerza a seguir Sus consejos o nos dice que ya debemos superar la dificultad. No nos regaña desde los cielos ni nos apura para que sigamos adelante. Nos consuela en todas nuestras pruebas y así nos permite extender ese mismo consuelo a otros.
Vamos a abrazar a los adoloridos, consolar a los sufridos. Escuchemos a otros y tengamos la valentía de mantener un corazón sensible a las necesidades de los demás.
“Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente” (Mt. 10:8b)
- Detalles
Rachel es uno de nuestros voluntarios con el Ministerio Hermana Rosa de Hierro y vive en Searcy, Arkansas.
Rachel, cuéntanos un poco de ti y tu familia.
Originalmente, soy de Memphis, Tennessee, pero llevo desde el 2001 viviendo en Searcy. Fue cuando comencé mis estudios en la Universidad de Harding. Terminé mis estudios y luego una maestría en la educación de niños especiales y actualmente enseño por internet. Llevo un poco más de tres años casada con mi esposo Andrew, y tenemos dos hijos: Abigail tiene 11 y Logan tiene 8.
Sé, por lo que has compartido en nuestras conversaciones, que el Gran YO SOY se ha presentado de grande forma en tu vida, aún cuando no lo sentiste tan presente. ¿Nos puedes contar un poco sobre eso?
¡Claro! Es posible que se notara que las edades de mis hijos no cuadran con el tiempo que llevo de casada. Estaba casada con otro hombre por 11 años. Enfrentamos tremendas luchas en nuestro matrimonio e hice todo lo posible para salvarlo. Cuando él se marchó y me pidió el divorcio, no podía imaginar que nada bueno podría salir de mi vida ni mi situación. El YO SOY me ha llevado por muchos momentos oscuros y duros, rodeándome con familia, amigos y versículos bíblicos que me apoyan. Creo de todo corazón que la relación que tengo ahora con Andrew es un ejemplo vivo de cómo Dios puede redimir toda cosa. Y doy muchas gracias a Dios por esa bendición.
¿Cuáles son algunas de las preguntas que el YO SOY ha contestado en tu vida?
Crecí escuchando a hermanos decir que “Dios no te va a dar más de lo que puedes manejar o resistir,” así que me sentí débil o falla cuando los momentos difíciles me abrumaban. Cuando finalmente leí 2 Corintios 1:8-9, sentí un alivio al leer el testimonio de Pablo, “Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida… Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios...” ¡Aleluya! ¡No puedo con todo, pero Él sí! Saber que yo puedo depender de Su fuerza cuando yo no puedo más me lleva por los valles más oscuros de la vida.
¿Cómo ha provisto el YO SOY esas respuestas?
Él ha usado Su Palabra para hablar la Verdad a mi corazón cuando estaba ahogándome en el temor y la duda, justo como le pasó a Pablo en 2 Corintios. También el YO SOY trajo a otras hermanas a mi vida que habían pasado por cosas similares y así podían compartir la carga conmigo.
¿En cuál dirección te ha guiado el YO SOY a través de las respuestas que te ha dado?
Ahora más que nunca, me doy cuenta de la importancia de ser abierta y auténtica con otras personas. Cuando estamos dispuestos a ser vulnerables y compartir nuestras propias luchas, podemos mejor alcanzar a otros y animarnos los unos a los otros, especialmente en los momentos difíciles. Creo que estoy creada y llamada a expresar mi fe por el amor, especialmente al traer ánimo, esperanza, confianza y pasión a los corazones de otras mujeres por la palabra escrita y hablada.
¿Hay un versículo bíblico en específico que te ha impactado al buscar respuestas y encontrar el YO SOY?
Salmo 18:16-19
Extendiendo su mano desde lo alto,
tomó la mía y me sacó del mar profundo.
Me libró de mi enemigo poderoso,
y de aquellos que me odiaban
y eran más fuertes que yo.
En el día de mi desgracia me salieron al encuentro,
pero mi apoyo fue el Señor.
Me sacó a un amplio espacio;
me libró porque se agradó de mí.
¿Tienes una última palabra para otras Hermanas Rosa de Hierro?
Recuerda que debemos amarnos siempre, pero hay Uno solo a quien debemos complacer. Eres suficiente porque Él es más que suficiente.
¡Gracias por compartir tu historia con nosotros!